Doble destilado de uvas moscatel rosada y Alejandría. Cuatro años de guarda en cuba de acero inoxidable. Gracias a su guarda posee aromas muy frutales destacando el sabor a moscatel en boca.
Hace casi cien años llegó a Chile el catalán Onofre Juliá buscando el valle del Limarí, del cual había oído hablar por sus fértiles microclimas encajonados entre montañas semidesérticas, donde se daban algunas de las mejores cepas de uva. Al llegar, en 1921, comenzó a producir alcoholes en un terreno contiguo a la plaza de Rapel, un pueblo a 20 kilómetros de Monte Patria. Una visita a esta planta hoy permite conocer su antigua construcción de adobe y, lo más importante, conocer Wiluf, un pisco premium doble destilado que se elabora desde 2015. La producción es artesanal, ya que los alambiques de fuego están directamente sobre leña y el proceso de destilado lo hacen tres maestros por nariz. Wiluf utiliza cepas moscatel de Alejandría y moscatel rosada, las más aromáticas para hacer pisco. El resultado es un destilado transparente -no tiene madera- de 40 grados, cuyo nombre hace sentido: "wiluf" significa resplandor en mapudungun. "Queríamos un nombre que se conectara a la tierra", dice Verónica Juliá, nieta del español que comenzó esto y actual dueña. La planta se puede visitar y hacer un recorrido en áreas de destilación y embotellado.
