El pisco es un aguardiente de uva, elaborado en las regiones de Atacama III y Coquimbo IV, en Chile. Fue delimitado como Denominación de Origen en 1931  pero con una larga tradición histórica que se remonta a la Colonia española y representa la más exitosa D.O. del Cono Sur de América, con positivos efectos sociales y territoriales. 

 

Actualmente el pisco se apoya en 10.000 hectáreas de viña en manos de 3.000 pequeños viticultores, que elaboran 36 millones de litros al año. Esta industria representa un buen ejemplo del positivo efecto social que se puede generar a partir de una D.O. 

 

La delimitación de la DO Pisco, dispuesta por el presidente Carlos Ibáñez del Campo en 1931, fue el resultado de un largo proceso histórico-cultural, signado por el interés de los viticultores chilenos por elaborar vinos y aguardientes. La vid llegó a Chile en el segundo tercio del siglo XVI con los conquistadores españoles. Encontró un nicho ecológico adecuado y prosperó rápidamente en la región. Pronto se comenzaron a elaborar los vinos y, poco después, aguardientes.

 

En la zona central de Chile se difundió la costumbre de elaborar aguardientes a partir de borras y orujos. La idea era aprovechar al máximo el producto de la vid para bajar los costos y asegurar la rentabilidad de la industria en tiempos complicados por la falta de caminos, rutas comerciales y redes de distribución. El tema fue documentado detalladamente en registros oficiales, como el padrón de aguardiente de 1777.

 

La vid llegó a la región en el segundo tercio del siglo XVI, traída por los conquistadores españoles. Estos comenzaron a fundar rápidamente las ciudades de Perú (1532) y Chile (1541). Y en ambos territorios comenzaron a cultivar las primeras viñas desde el primer momento y en forma casi simultánea. Tempranamente se fundó La Serena (1544), para facilitar las comunicaciones entre Perú y Chile. Pronto comenzó el cultivo de la vid y la elaboración de vinos y aguardientes en los valles de Copiapó, Huasco, Elqui y Limarí.

 

Si bien es cierto que el proceso de fundación de ciudades había comenzado antes en Perú (1532) que en Chile (1541), las primeras fuentes que documentan el desarrollo de la vid en ambos países se producen de forma aproximadamente simultánea. Al mismo tiempo que Pedro Cieza de León dejaba constancia en 1548 del cultivo de la vid en el Perú (Huertas, 2004), ya existían antecedentes de la introducción de la planta ya citada en una concesión otorgada por Pedro de Valdivia a Juan Bautista Pastene en 1546 (Cortés, 2005). La uva moscatel, muy valorada para la elaboración de aguardiente, se adaptó muy bien a la zona. Uno de los primeros registros de la uva moscatel en Chile se detectó en 1614, en actas del Cabildo de Santiago (Lacoste et al., 2010). De todos modos, estas variedades alcanzarían una notable adaptación en los valles vitivinícolas de La Serena y valles conexos.

 

En la elaboración del pisco sólo podrá emplearse alcohol de vino proveniente de las siguientes variedades de uva de la especie Vitis vinifera L., plantadas en la zona pisquera, en adelante, "uvas pisqueras":

 

  - Moscatel de Alejandría o Blanca Italia o uva Italia

    - Moscatel Rosada o Rosada Pastilla

    - Torontel

    - Moscatel de Austria o Torrontés San Juanino

    - Pedro Jiménez o Pedro Giménez

    - Moscatel Blanca o Temprana o Moscatel de Frontignan o Moscato        de Canelli

    - Chasselas Musque Vrai

    - Moscatel Amarilla o Torrontés Riojano

    - Moscatel de Hamburgo

    - Moscatel Negra

    - Muscat Orange.

 

DECRETO 521

La ley 18.455.



Referencia:

https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-34292014000200007

https://www.bcn.cl/leychile/navegar?idNorma=169561

 

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